1 al 30 de abril
Coronavirus en el mundo
El mes de Marzo ha estado marcado a nivel mundial por las cifras que día a día hemos ido recibiendo de las autoridades sanitarias de la OMS por el desarrollo del COVID-19.
En España cerraremos el mes con 94.417 personas infectadas, de las cuales 8.189 han fallecido y gracias a Dios 19.259 han sido dados de alta. En las últimas 24 horas ha habido 849 fallecimientos y con ello alcanzamos el número máximo de víctimas en un solo día.
Las UCIS están al límite de su capacidad, el personal sanitario está trabajando al máximo nivel, la UME está desplegada en todo el territorio nacional ayudando levantar hospitales de campaña, desinfectando Residencias de ancianos, que son el colectivo más vulnerable, aunque no el único.
Italia ha sumado otros 812 muertos y supera ya los 100.000 contagiados, aunque las últimas noticias son esperanzadoras, pues registra el menor número de contagios en un día desde hace dos semanas.
EEUU se ha unido rápidamente a esta pandemia mundial y ya es el país con más de 164.000 contagiados, superando los 3.000 fallecidos.
La pandemia ha afectado a más de 786.000 personas en el mundo dejando la cifra de casi 38.000 muertos, según el balance de la universidad Johns Hopkins. La OMS calcula que se llegará al millón de afectados a mediados de esta primera semana de Abril.
Todas estas cifras obtenidas de la prensa diaria, son para darnos cuenta del alcance de esta pandemia que está afectando al mundo entero y que en un solo trimestre ha cambiado toda la vida de millones de personas a nivel mundial. Los gobernantes de todos los países están tratando de afrontar todo esto con las medidas que consideran más oportunas, pero como ellos mismo reconocen se enfrentan a un enemigo invisible contra el que no hay medios de pelear y por tanto cada día tienen que improvisar medidas para afrontarlo.
Nosotros sin embargo sí podemos acercarnos en oración a Aquel que está las veinticuatro horas escuchando nuestro clamor para que esta plaga pueda llegar a su fin. Tangamos la actitud de David que cuando supo que había desagradado a Dios por aquel censo inadecuado, escogió ponerse en las manos de Dios siendo conocedor de que las misericordias de Dios son muchas en extremo. (2 Crónicas 21)
No vamos a entrar a discutir las razones por las cuales el mundo enfrenta esta situación sin precedentes, ahora nos toca a nosotros acercarnos a Dios mediante el sacrificio de su Hijo Jesucristo y por medio de su sangre, para que tenga misericordia de tantos hombres, mujeres y niños que en el mundo y por causa del pecado estamos sufriendo toda esta pandemia.
Oremos por todas las naciones, para que Dios intervenga y guíe a los gobernantes y a los investigadores con su sabiduría para obtener una solución lo más pronto posible.