La obtención de las SBU del “carácter consultivo” ante la agencia de la ONU ha tardado tres años en lograrse. Fue en 2009 cuando la Declaración del Simposio de Alfabetización, —con la aprobación de la Junta Mundial—, ayudó a perfilar la estrategia de alfabetización de las SBU uno de cuyos mandatos era que dicha fraternidad debía establecer un vínculo formal con la UNESCO. Las SBU presentaron su solicitud al año siguiente y, en julio de 2011, tras el trabajo preparatorio realizado por la Sociedad Bíblica francesa, fueron recompensadas con la invitación a ser una organización no gubernamental (ONG) con relaciones operativas con la agencia. En febrero de este año, la UNESCO ascendió la asociación con SBU a «estatus consultivo».
Uno de los puntos fuertes que contribuyó al reconocimiento de las SBU, por parte de la UNESCO, es el amplio alcance internacional que las Sociedades Bíblicas desarrollan en el ámbito de la alfabetización. Esta nueva relación, significa que las Sociedades Bíblicas también podrán participar en la planificación y ejecución del programa de alfabetización de la UNESCO.
“Este aspecto de cooperación probablemente tenga una repercusión importante en el trabajo de alfabetización que desarrollamos en todo el mundo”, —dijo el doctor Julian Sundersingh, Coordinador de alfabetización mundial de las SBU. “Tendremos información de primera mano sobre las prioridades y estrategias de la UNESCO –—sin comprometer ninguno de nuestros principios, valores y objetivos principales—. Sundersingh agregó que: “En el futuro tal vez sea posible para las SBU ampliar la cooperación en aquellos aspectos que ya vienen desarrollando como complemento a la distribución bíblica, ofreciendo una respuesta a los afectados por el VIH/SIDA, y también a las personas con discapacidades visuales.”