EN LA CRUZ HAY VIDA
«Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos» Marcos 12.31
Lunes 15 de marzo de 2019
Pasaje bíblico: Marcos 12:28-34
Autor: Luis Fajardo
Desde la perspectiva de Jesús, no es posible amar a Dios sin amar también al prójimo. El amor a Dios tiene que llevar a amar al prójimo, y el amor del prójimo es evidencia del amor a Dios.
El pasaje tiene un marcado énfasis cristológico, puesto que Jesús es la mejor expresión de ese amor a Dios, quien se entrega sin reservas hasta la muerte, en obediencia a la voluntad divina para la salvación de los pecadores. Esto tiene una importante implicación práctica.
El amor a Dios no es algo meramente emocional, interior, sino que es también acción concreta, tangible, visible. Quien ama a Dios lo hace manifiesto en su ética de vida. En esto también Dios da ejemplo, puesto que no solo amó a su creación como un sentimiento, una emoción que se despertó dentro de sí ante la humanidad caída, sino que envió a su hijo a morir a favor de la humanidad perdida.
El Señor nos aporta con gran amplitud y claridad el significado de prójimo. No es posible amar a Dios y aborrecer al prójimo y no es posible tampoco tener amor por el prójimo sin tener amor por Dios.
Oración:
Gracias Señor por las personas que tu has puesto a mi alrededor. Señor necesitamos mirar con tu mirada al prójimo. ¡Ayúdanos! Gracias por Jesús y su ejemplo a vivir. Amén