l pasado sábado 8 de marzo celebramos el Día Internacional de la Mujer. Lo celebramos contando algunos testimonios que nos llegan desde la India, a través del programa Portadores de Esperanza que desarrolla la Sociedad Bíblica de la India (SBI) y que atiende a las viudas.
«Las viudas de la India sufren. Es la cultura de aquí —afirma Esther Rani Lakshmi, que perdió a su esposo hace cuatro años. El hecho de que su marido muriera de una enfermedad relacionada con el SIDA significó para Esther enfrentarse a más rechazo y burla por parte de su familia y comunidad. Esther encontró amor y apoyo a través del programa Portadores de Esperanza. Esther, que posteriormente fue diagnosticada con SIDA también, se convirtió en un canal de bien para otras muchas mujeres, siendo hoy voluntaria del programa.
El programa ofrece apoyo práctico, emocional y espiritual que necesitan ante el rechazo que experimentan. Entre otras actividades se realizan talleres para equipar a las mujeres con habilidades que les generen ingresos, como la fabricación de zumos y velas; también ofrece asesoramiento para acceder a ayudadas del gobierno, etc. Además proporciona Escrituras y dirige grupos de estudio bíblico para ayudarles a entender su valor en el Señor.
La doctora Leelavathi Manasseh, directora de la SBI que inició el programa en 2008, explica que la visión que se tiene en esta cultura — predominantemente hindú— es que la mujer es viuda porque hizo algo mal en su vida anterior. Por eso, tanto si una viuda viene de un estrato rico o pobre, debe enfrentarse a la culpa, el maltrato y el rechazo de su familia. Muchas son expulsadas de sus hogares y tienen que valerse por sí mismas y para sus hijos, dejándolos en una situación desesperada.
Cuando nos preguntan por qué estamos ayudándolas —explica Leelavathi les hablamos acerca de Jesús y su gran amor por las viudas, los niños y otras personas vulnerables. Cada año ayudamos y capacitamos alrededor de 5.000 viudas directamente y cada una de ellas continúa alcanzando a por lo menos otras cinco. Sobre el papel, esto significa que 25.000 personas son alcanzadas cada año, pero por la gracia de Dios, siempre sobrepasamos esa cantidad, a veces hasta 40.000 o 50.000. No solo se benefician las mujeres, sino también niños, adolescentes, hombres y mujeres.
¡Damos gracias al Señor por ello!
Os contamos algunos testimonios actuales:
«Escuchar sobre el amor y cuidado de Dios por mí me da paz» — Padma, 65 años, perdió a su esposo hace cuatro años.
Ruth, tiene cicatrices en la muñeca y el muslo infligidas por agresiones de su marido que murió hace 12 años tras 50 años de matrimonio: «Tengo cuatro hijos que me apoyan, pero hay muchas
viudas solas».
Glory, de 56 años admite que se sintió aliviada cuando su marido murió hace 10 años porque él la trataba muy mal. Aunque vive con sus hijos, tiene mucha ansiedad por su situación y realmente
agradece el apoyo espiritual y emocional que recibe a través del programa. Su versículo favorito es «Los que miraron a él fueron alumbrados, y sus rostros no fueron avergonzados» Salmo 34:5.
La Palabra del Señor lleva esperanza a las naciones. Hazte miembro de UNA BIBLIA AL MES y lleva la esperanza de su palabra a todas las personas.