Recién finalizado el mundial de Qatar son muchas las apreciaciones que estamos teniendo estos días sobre él. Algunos hablan sobre el juego y sobre los futbolistas estrellas de cada nación. Otros hablan y luchan por la cantidad de derechos humanos vulnerados en la realización del evento.
Nosotros queremos ir un paso más allá. La GRAN BATALLA que libran los cristianos de Qatar día a día por hacer visible su fe.
Según los datos que arroja ministerio “Puertas Abiertas”, Qatar ocupa el puesto 18 en la “lista Mundial de persecución 2022”. Esta alta puntuación se debe a la gran presión ejercida sobre los cristianos.
Cuando un musulmán decide seguir a Jesús se convierte en un gran problema social. Su familia lo considera automáticamente un traidor, su documentación está restringida y provoca que se les prive de muchos derechos. Los lugares de culto se limitan a los hogares y, en pocas ocasiones, el gobierno autoriza algunos locales. Aquel que decide hablar de Jesús a otras personas, llevando un Evangelio o literatura cristiana encima, se expone a una condena de hasta 10 años de prisión. Con estos datos, la distribución de la Biblia supone un gran reto para Sociedades Bíblicas Unidades.
Durante estos días nos han llegado testimonios impactantes ocurridos durante la celebración del mundial. Personas que han compartido el Evangelio ante tanta presión y que han podido distribuir, aún ante circunstancias tan adversas, escrituras que les llegan a través de Sociedad Bíblica. Quisiéramos compartir estos testimonios, pero hemos preferido preservar la integridad de nuestros hermanos.
Apoyar la misión y la obra de la distribución bíblica es una tarea importante para todos los cristianos. Por eso, Sociedad Bíblica desarrolla con mucho esfuerzo su proyecto “Una Biblia Al Mes” (UBAM) fomentando la visión de que toda lengua y toda persona pueda tener acceso a las escrituras y conocer a Jesús de una manera transformadora y especial.
Te pedimos oración para que esta semilla sembrada ante condiciones tan adversas pueda dar fruto y que dentro de poco nos alegremos con nuestros hermanos en Qatar porque hayan podido alcanzar a muchas personas y obtener una libertad religiosa como la que gozamos en nuestro país.