En la década de 2010, el desarrollo del ministerio bíblico basado en la colaboración y asociación dentro de la Fraternidad se personificó en la Misión Un Millón de Biblias para Cuba, una iniciativa para distribuir más de un millón de Biblias en la nación isleña de aproximadamente 11 millones de personas.
La creación de la Misión Un Millón de Biblias
La libertad religiosa en Cuba había comenzado a mejorar significativamente durante los años ochenta. En 1992, el gobierno enmendó la Constitución, pasando de un Estado ateo a uno secular o laico. Tras el derrumbe de la Unión Soviética, Cuba entró en un periodo de dificultades económicas conocido como el Periodo Especial.
Casi al mismo tiempo, fueron eliminadas múltiples restricciones a las iglesias en hogares, y el gobierno introdujo una legislación para prohibir la discriminación basada en creencias religiosas.
Estos cambios contribuyeron a un crecimiento masivo de las iglesias en todo el Estado insular. Sin embargo, las cantidades de Biblias en las importaciones recibidas y la imposibilidad de imprimir Biblias localmente resultaron en una escasez creciente y significativa de las Escrituras.
“Cuba es un país sin tecnología para imprimir sus propias Biblias y sin librerías cristianas”, explicó Alysney Rodríguez Galán, de la Comisión Bíblica del Consejo de Iglesias de Cuba, “pero esto no detiene el crecimiento de su iglesia”. La Comisión Bíblica de Cuba es la única organización que trabaja con todas las denominaciones cristianas en el país y, como aliada de Sociedades Bíblicas Unidas, coopera con las Sociedades Bíblicas a través de Fraternidad de SBU.
A principios de la década, se distribuían anualmente en Cuba alrededor de 30 000 Biblias. Las estimaciones sugirieron que el 40% de los cristianos no tenían Biblia. Al final del proyecto, en 2018, las cifras de distribución se habían disparado a más de 300 000 Biblias por año.
Unión
El proyecto que llegó a conocerse como la misión Un Millón de Biblias para Cuba comenzó en colaboración. En 2012, la Comisión Bíblica de Cuba inició discusiones de planificación con Sociedades Bíblicas hermanas. El objetivo era desarrollar un proyecto sostenible que abordaría las necesidades de la iglesia creciente en Cuba y resolvería los antiguos problemas de suministro de Escrituras.
Durante el transcurso del proyecto, numerosas Sociedades Bíblicas se comprometieron a brindar apoyo financiero. El personal de la Sociedad Bíblica de toda la Fraternidad pudo visitar Cuba, capturando poderosas fotografías y testimonios para contar la historia tanto de la necesidad como del impacto de las Escrituras.
Esta joven, fotografiada junto a su madre, fue la receptora de la Biblia identificada con el número «un millón» durante un evento especial celebrado en La Habana, Cuba, en el año 2018.
En total, se distribuyeron más de un millón de Biblias, impactando a más de cuatro millones de cristianos cubanos. Se distribuyeron más Biblias durante la campaña que en las tres décadas anteriores.
Decenas de Sociedades Bíblicas se unieron en La Habana para conmemorar la conclusión de la iniciativa en una velada llena de alabanza y adoración. La alegre celebración culminó con la presentación de la millonésima Biblia. Una joven emocionada recibió una Biblia para niños, un momento especial que simbolizaba la esperanza de la nación, una esperanza construida sobre la Palabra de Dios.
Solo el comienzo
A lo largo de su historia, las Sociedades Bíblicas de la Fraternidad de Sociedades Bíblicas Unidas se han enfrentado a un mundo que necesita desesperadamente el mensaje de esperanza que se encuentra en la Biblia. Y, a menudo, la demanda de la Palabra de Dios es mayor que el suministro. Trabajar juntos para el cumplimiento de proyectos como la misión Un Millón de Biblias ilustra el increíble poder de las alianzas y la colaboración, mientras las Sociedades Bíblicas se esfuerzan por servir en sus propias naciones y entre sí.