A principios de la década de 1990, el cambio sísmico en el panorama político de la Unión Soviética y Europa del Este trajo una oportunidad increíble para establecer y fortalecer un nuevo ministerio bíblico local en la región.
A finales de la década de 1980, la Guerra Fría se estaba agotando. Masas de gente cruzaban hacia el occidente desde Yugoslavia, la República Democrática Alemana, Rumania y otros países con acceso restringido a las Escrituras, a medida que caían las dictaduras comunistas. En noviembre de 1989, el Muro de Berlín fue derribado.
De repente, hubo un nuevo mundo de oportunidades para el ministerio bíblico más allá de la Cortina de Hierro.
El camino del acceso a la Biblia
La edición de diciembre de 1989 de World Report, la antigua publicación mensual de SBU, informó sobre los rápidos acontecimientos que se estaban produciendo: “Todos los ojos miran hacia Europa del Este mientras Checoslovaquia y Bulgaria siguen a Alemania del Este, Hungría y Polonia en el camino hacia la democracia. En el espacio de un mes, el mundo ha visto cómo las dos mitades de Europa comienzan a crecer juntas”.
Las Sociedades Bíblicas inmediatamente entraron en acción para servir a una población que había sido privada del acceso a las Escrituras durante décadas. Comenzaron inmediatamente con la distribución de decenas de miles de Biblias y porciones a través de Europa del Este.
Una solicitud record de Biblias
Las Sociedades Bíblicas de la Fraternidad reconocieron la oportunidad única de satisfacer la necesidad de la Biblia en los antiguos países comunistas. En abril de 1990, el Comité Ejecutivo de SBU hizo una solicitud récord de 30 millones de Escrituras, a un costo estimado de $58 millones de dólares (USD), casi $120 millones en dinero de hoy.
“Aunque la tarea que tenemos por delante parece desalentadora, hay tanta sed de Escrituras en Europa del Este”, explicó John Erickson, presidente del Comité Ejecutivo de SBU, recomendando una responsabilidad colectiva de “llevar la Palabra de Dios a aquellas personas que han estado privadas de las Escrituras durante tanto tiempo”.
La ola que está cambiando Europa del Este
En conjunto, la Fraternidad mundial de Sociedades Bíblicas Unidas pudo entregar más de 30 millones de Escrituras después de la solicitud récord y la respuesta entusiasta de los partidarios y comunidades de las Sociedades Bíblicas. La acción cooperativa, junto con la ola de cambio de la política, tendría un impacto duradero en el ministerio bíblico en toda Europa.
En 1996, a través de la antigua Unión Soviética y Europa del Este, había Sociedades Bíblicas operando en 23 países donde la Biblia alguna vez fue restringida, en comparación con sólo 5 Sociedades Bíblicas en 1989. Cincuenta años después de su fundación, las Sociedades Bíblicas Unidas seguían creciendo juntas.