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EN LA CRUZ HAY VIDA

«Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;  en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados». 1ª Pedro 3: 18-19

Sábado 20 de  marzo de 2019

Pasaje bíblico: 1ª Pedro 3:18-22
Autor: Luis Fajardo

Aquel shabat, fue sin duda un día largo y triste para todos los que seguían y amaban a Jesús. Parecía increíble, Jesús un joven que prometía mucho, en la flor de la vida había sido arrebatado de la misma.
Y lo que era pero, seguro que pensaban, qué va a ser ahora de nosotros. Estamos como ovejas sin pastor.
Aquel día de reposo era el día más agitado y preocupado que habían tenido nunca.
No entendían que aquel día realmente era el día que mayor descanso iba a proporcionar a muchos hombres.

En nuestro pasaje en 1 Pedro, leemos un maravilloso resumen de la obra de Cristo en la cruz. 
El énfasis es que Cristo realmente murió, fue muerto en la carne (“como hombre”), pero vivificado (levantado de los muertos) por el Espíritu, resucitado.
Y añade Pedro que predicó a los espíritus encarcelados
Es decir a aquellos que a lo largo de la historia estaban en el Hades en espera.

Si Cristo descendió al hades y predicó a los espíritus encarcelados, esto quiere decir que Su triunfo es universal.
Si Cristo descendió al hades y predicó allí, no hay rincón del universo al que no haya llegado el Mensaje de la Buena noticia.

Justino Mártir (100-165 d.C.) escribió: “El Señor, el santo Dios de Israel, se acordó de Sus muertos, los que estaban durmiendo dentro de la tierra, y descendió a ellos para proclamarles la Buena Nueva de Salvación”
No sabemos ciertamente lo que significan estas palabras de Pedro, pero sí que vemos claramente que a  todos los lugares del universo le fue evidente que realmente Jesús murió, y que fue con el fin de redimir al hombre para con Dios.

Aquellos que murieron con la esperanza de un redentor tuvieron el mejor día de reposo. Muy diferente tuvo que ser para aquellos que no confiaron en la promesa de Dios.


Oración
Gracias Dios, por que Tú siempre te acuerdas de tus promesas y las cumples. Esto nos proporciona un gran descanso, a pesar de las muchas circunstancias de la vida. En Tí puedo confiar y esperar Señor. Amén
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